¿Qué especialistas debemos visitar?
Durante el proceso de recuperación intervienen diferentes especialistas desde Afasia Activa os guiamos y os ponemos en mano de los mejores
Una relación de confianza con los mejores especialistas
Normalmente, y siempre dependiendo de la gravedad, los terapeutas que se necesitan para recuperar el habla son:
1. Foniatra
Se trata de un médico que suele ser quien puede evaluar las pérdidas concretas del lenguaje a través de pasar tests para pautar medidas concretas a seguir.
2. Logopeda
se trata de un especialista del habla que ayuda a volver a deglutir (tragar comida) y volver a hablar (mover la boca adecuadamente para pronunciar sonidos)
3. Neuropsicólogo
Se trata de un psicólogo formado a través de posgrados especialista en recuperar procesos cognitivos asociados al ACV, como la atención o la memoria, entre otros. Este profesional suele evaluar las pérdidas concretas del lenguaje a través de pasar tests especializados
A estos profesionales suele ser necesario añadir otros dependiendo de las dificultades añadidas que se tengan, por ejemplo:
4. Neurólogo
Cuando una persona sufre un ACV es necesario que acuda regularmente a revisión, para comprobar que el daño ha mejorado, empeorado o se encuentra establecido. Es también el médico que regula la medicación necesaria para el paciente-terapeuta ocupacional: es el especialista que ayuda a que la persona pueda volver a realizar las actividades de la vida diaria porque requieren movimientos o una planificación que se podría haber quedado dañada tras el ACV. Por ejemplo, es la persona que rehabilita la capacidad de vestirse (orden en que se viste la ropa; abrochar botones), de ducharse, etc.
5. Psicólogo
Hay muy pocos psicólogos especializados en personas con afasias muy severas, es decir, que tienen graves problemas de comunicación, y esto es muy desafortunado porque precisamente estos son los pacientes que más probabilidades tienen de desarrollar trastornos del ánimo como depresión. Este profesional, en cualquier caso, es el que ayuda a manejar las emociones que se pueden sentir ante la nueva situación, tales como soledad, rabia, tristeza o incomprensión
6. Fisioterapeuta
Es recomendable acudir a fisioterapeutas que se hayan formado en neurorrehabilitación, porque su intervención será más eficaz y tendrá más en cuenta las posiciones y conductas afectadas que la de un fisioterapeuta sin esa formación. Este profesional ayudará a la persona a mejorar su deambulación (caminar); subir/bajar escaleras; a recuperar el equilibrio; subir los brazos, etc. Algunas intervenciones que tienen demostrada eficacia se pueden realizar también en el agua (hidroterapia, en piscinas)
7.Terapeuta ocupacional
Cuando sucede un daño cerebral adquirido (DCA) se produce una ruptura brusca con los roles ocupacionales que desempeñaba la persona hasta el momento de la lesión.
La intervención desde el área de Terapia Ocupacional va dirigida a recuperar la función y la máxima autonomía, siempre teniendo en cuenta las habilidades previas y actividades significativas para la persona.
Se trabajará para mejorar, adaptar o compensar las actividades, las estructuras corporales y funciones del individuo y el entorno, tanto físico (lugares de desempeño: domicilio, lugar trabajo, escuela, etc.) como humano (familia y cuidadores).
8.Trabajador social
El trabajador social de la salud es el profesional que desarrolla su labor dentro de un equipo multidisciplinar que conoce perfectamente las carencias y necesidades sociales que inciden en el proceso salud-enfermedad. Identifica las necesidades familiares y sociales, en el que promueve la utilización de los recursos disponibles, a través de funciones de investigación, planificación y programación, promoción, prevención, asesoría social y gestión de recursos sociales y/o sanitarios. Todo ello encaminado a lograr las ayudas y prestaciones que requiera el usuario, para cubrir sus necesidades y llevar lo mejor posible la nueva situación social del Daño Cerebral.
9. Médico rehabilitador
El médico rehabilitador es el especialista que se encarga del diagnóstico, evaluación, prevención y tratamiento de la incapacidad encaminados a facilitar, mantener o devolver el mayor grado de capacidad funcional e independencia posibles.