El giro angular es una estructura cerebral muy interesante, ya que interviene en funciones muy importantes de nuestros procesos de aprendizaje.
A nivel anatómico, se sitúa en el lóbulo parietal, detrás de la cisura de Silvio. Se corresponde con el área 39 de Brodmann.
Lleva a cabo varias funciones, relacionadas con procesos abstractos:
-en el lenguaje, nos ayuda a la lectura de palabras. Esto es, reconocer un conjunto de letras y saber a qué palabra corresponde.
-en el cálculo, interviene en los procesos de operaciones básicas para que podamos sumar y restar, por ejemplo, y hacernos una idea de las cantidades que manejamos.
-en el procesamiento visoespacial, permite que calculemos distancias: qué distancia hay entre dos objetos, o qué distancia hay entre un objeto y nosotros.
Una lesión en el giro angular daría lugar al curioso Síndrome de Gertsmann, que no es muy frecuente.
En este síndrome aparecen dificultades para identificar los dedos de nuestras manos (agnosia digital), incapacidad para realizar operaciones matemáticas de forma escrita o mental (acalculia) y problemas para la escritura de palabras, bien copiadas o bien al dictado (agrafia).
Las personas que sufren síndrome de Gertsmann también pueden sufrir desorientación espacial y problemas para distinguir la izquierda de la derecha, tanto en su propio cuerpo como en objetos que se le presentan.